Objetivo: Conocer el perfil social de los adolescentes urbanos andaluces y analizar las similitudes y diferencias que muestran con los que están en riesgo de presentar trastornos alimentarios. Diseño: Estudio transversal, comunitario. Muestra estratificada por conglomerados. Emplazamiento: Centros educativos públicos y privados de ciudades andaluzas de más de 100.000 habitantes (Sevilla, Málaga, Granada, Córdoba, Cádiz, Huelva, Almería, Jaén, Algeciras y Jerez). Participantes: Alumnado de 12 a 16 años, escolarizado en el curso académico 2002-2003 (n = 1.667). Mediciones principales Para comparar los resultados de la muestra con los adolescentes que están en riesgo de presentar trastornos alimentarios (los que puntúan más de 20 en la Escala de Actitud Alimentaria 26 [EAT-26]) utilizamos el test de la χ2 para las variables nominales y la correlación de rho de Spearman para las variables de intervalo, con un nivel de significación de p < 0,05. Resultados: No hay diferencias significativas entre ambos grupos con respecto a la estructura familiar, la relación de amistad, el rendimiento académico y las prácticas deportivas. Las diferencias se centran en las prácticas disciplinarias, el número de amigos y amigas diagnosticados de trastorno de la conducta alimentaria, los objetivos para practicar deporte y el tipo de dieta que realizan. Las personas que puntúan más alto en el EAT-26 son las que tienen mayor índice de masa corporal y menor posición social. Conclusiones: Es conveniente contemplar las alteraciones alimentarias como una respuesta a determinadas condiciones sociales. Resulta aventurado considerar como incluidas en población de riesgo de anorexia a las personas que obtienen altas puntuaciones de la EAT-26., Objective: To know the social profile of Andalusian urban adolescents and analyse the similarities and differences they have with those at risk of presenting with eating disorders. Design: Cross-sectional community study. Stratified cluster sampling. Setting: Public and private education institutions in Andalusian cities with more than 100 000 inhabitants (Sevilla, Malaga, Granada, Cordoba, Cadiz, Huelva, Almeria, Jaen, Algeciras, and Jerez). Participants: Pupils from 12 to 16 years, attending an academic course in the year 2002-2003 (N = 1667). Main measurements: To compare the results of the sample with adolescents who are at risk of presenting with eating disorders (those who scored more than 20 in the 26-item Eating Attitudes Test [EAT-26]) we used the χ2 test for the nominal variables and the Spearman rho for the interval variables, with a significance level of P = .05. Results: There were no differences between either group as regards family structure, friend relationships, academic performance, and sporting activities. The differences centred on disciplinary practices, the number of friends diagnosed with an eating behavioural disorder, the objectives for practicing sports, and the type of diet that they followed. The subjects who scored highest on the EAT-26 were those who had a higher body mass index and a lower social status. Conclusions: It appears that diet changes are a response to certain social conditions. It would be speculative to include subjects who obtain high EAT-26 scores in the population at risk of anorexia., Los resultados que aquí presentamos forman parte de un proyecto financiado por el Fondo de Investigaciones Sanitarias del Ministerio de Sanidad y Consumo durante los años 2001-2003. Instituto de Investigación Carlos III, expediente 01/1093.