espanolFrente al fenomeno de la medicina defensiva, una opcion politico-criminal consiste en reducir el alcance de la culpa (imprudencia) penal medica como criterio de imputacion, con el objetivo de conjugar, por un lado, el principio de responsabilidad y, por otro lado, la implementacion de mejores condiciones para el ejercicio de la actividad medica y la proteccion de los bienes juridicos involucrados. En este sentido, la presente contribucion analiza criticamente las reformas adoptadas por el legislador italiano en 2012 y 2017, y algunos aspectos propios de la “imprudencia profesional” regulada por el Codigo Penal espanol; poniendo un especial enfasis, en ambos contextos, a la problematica nocion de “impericia”. En las conclusiones se ofrecen algunas advertencias y sugerencias deducibles desde la perspectiva comparada tenida en consideracion. En particular, se muestran los limites de la heterointegracion normativa del cuidado debido a traves de protocolos y guidelines; se defiende la oportunidad de distinguir entre pautas de cuidado “tipicas” (leges artis predeterminadas) y expectativas de cuidado “atipicas” (definibles en el marco del juicio); y, sobre esa base, se propone un criterio de culpa (imprudencia) grave para las hipotesis de culpa medica in eligendo. EnglishOne of the possible political-criminal options, when facing the phenomenon of Defensive Medicine, consists in reducing the scope of criminal negligence as a criterion of imputation in the field of medical malpractice law, with the aim of combining, on the one hand, the principle of responsibility and, on the other hand, the implementation of better conditions for the protection of the fundamental rights involved. In this regard, the author analyses the reforms adopted by the Italian legislator in 2012 and 2017 and the “professional negligence” as provided by the Spanish Penal Code. The conclusions offer some suggestions and warnings inferable from the comparative perspective considered. In particular, the author argues some limits of the normative heterointegration of the duty of care by protocols and guidelines; he defends a distinction between “typical” (predetermined) standards of care and “atypical” duties of care (definable within the framework of a trial); and, on that basis, he proposes a criterion of “gross negligence” for the hypothesis of medical culpa in eligendo.