In a period in which the truth seemed to get confused so easily with the untruth, a new field of battle for the assignment of meanings and the capture of symbols arises in Renaissance and Baroque Spain. It is the mythical complex of the Iberian saludador, a belief that succesfully challenged the most sophisticated thelogical devices —such as the agustinian doctrine on superstition or the discernment of spirits—, which were unable to assign an unequivocal meaning to the myth. As a consequence of this theoretical disability, the mythical complex of the Iberian saludador became an object of dispute, a sensitive space for the tracing of those borders of the supernatural that so intensely obsessed the early modern culture. The most diverse social actors, such as charismatic-healers, rural priests, aspiring saints, and inquisitors, sought to turn the legend of the saludador into another device for the formation of subjectivities, into a cultural tool capable of simultaneously constructing otherness and the proper identity.En un contexto en el que la verdad parecía confundirse fácilmente con la mentira, surge en la España moderna un nuevo escenario del combate por la asignación de sentidos, un nuevo campo de batalla por la captura del símbolo. Se trata del complejo mítico del saludador, una creencia irreductiblemente ibérica, que desafió hasta sus mismísimos límites a las más sofisticadas herramientas teológicas —el modelo de superstición agustiniano, el discernimiento de espíritus—, incapaces de asignar un significado inequívoco a la creencia. Ante la imposibilidad teórica de determinar si detrás de la máscara del saludador se escondía el rostro de Dios o del demonio, el complejo mítico se transformó en objeto de disputa, en un espacio sensible para el trazado de aquellas fronteras de lo sobrenatural que tanto obsesionaban a los hombres de la primera modernidad. Los más diversos actores sociales —sanadores carismáticos, párrocos rurales, aspirantes a santos, inquisidores— buscaron convertir la leyenda del saludador en un dispositivo más del proceso de formación de subjetividades, en una herramienta cultural habilitada para construir de manera simultánea la identidad propia y el ser de los otros.