El cardenal don Francisco de Solís Folch de Cardona murió en Roma el 12 de abril de 1775. Con una dilatada carrera cortesana y eclesiástica vivió una vida holgada, sus excesos económicos, su tren de vida y sus atenciones a los necesitados fueron las características más relevantes de su personalidad como prelado. Al igual que en Roma, Sevilla celebró solemnes exequias en su memoria, y un año más tarde se depositó su corazón en el convento de capuchinas de Santa Rosalía, como era su deseo. Antes de su último viaje a Italia, en 1766 dejó rubricado un documento con sus últimas voluntades, en él dejaba como heredero universal al deán y cabildo de la catedral de Sevilla, y nombrados a todos sus albaceas, provocando entre ellos una serie de conflictos de difícil solución. El artículo concluye con la aportación de un anexo con la transcripción de una copia del testamento del cardenal don Francisco de Solís Folch y Cardona que solicitó su hermano y albacea, don Alonso de Solís Folch de Cardona, IV duque de Montellano. Cardinal Francisco de Solís Folch de Cardona died in Rome, April 12th, 1775. He lived a long, wealthy life, full of economic excesses, combining his expenses with his attentions to poor people, as main characteristics of his personality as bishop. Both Rome and Seville were scenarios of solemn funerals, and one year later his heart was buried at St. Rosalie’s Convent, as he wished. Before his last travel to Italy, in 1766, he wrote a document containing his last wills. In such a document, he declared as heir the council of canors from Seville Cathedral, naming also his executor and creating a lot of difficult to solve conflicts between them. This paper ends with an annex translating a copy of the testament from cardinal Francisco de Solís Folch y Cardona, as it was asked by his brother and executor Alonso de Solís Folch de Cardona, Fourth Duke from Montellano.