El Museu de la Conca Dellà tuvo origen en el inicio de las excavaciones arqueológicas en la población de Isona (Pallars Jussà) a finales de la década de 1980. La colección, pues, refleja las etapas del poblamiento del lugar, desde unos remotos orígenes neolíticos hasta la secuencia ininterrumpida que une el enclave ibero, el campamento romano, la fundación de la ciudad romano-republicana de Aeso, su expansión extramuros tras la adquisición del estatus de municipio romano y el fenómeno de las villae. La visita al Museo, así como la visita a los restos de la ciudad romana (especialmente la muralla), permiten percibir las particularidades de un asentamiento romano ubicado en una cuenca pirenaica.