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En este trabajo me propongo examinar el documental Ayênan (2018), una producción audiovisual suizo-colombiana. El espacio documentado es la zona amazónica de Colombia, la cual va desde los Andes hasta la baja Amazonia. Ayênan es el resultado de un trabajo colectivo en el que participan miembros de las comunidades ancestrales Inga, Quillasinga, Siona, Kamënstá, Awa y Nasa, habitantes de la región. Producido en el marco de un proyecto cuyo propósito es el intercambio de saberes —mientras miembros de la comunidad aprenden a emplear las cámaras y drones, el equipo de filmación aprende acerca de la zona habitada por estas comunidades—, la aproximación al territorio, incluyendo algunas de las imágenes, se encuentra mediada por las culturas de las comunidades ancestrales. Atendiendo a lo anterior, en este trabajo analizo la representación de entidades humanas y no humanas, en la búsqueda de indicios de nuevas estructuras de comprensión/percepción del mundo o, dicho desde una perspectiva decolonial, indicios de una reconstitución gnoseológica y aestésica.

¿Qué significa hoy en día ser humano? El presente artículo tiene como objetivo abordar esa pregunta a partir de dos filmes que comparten un gen literario: ambas son adaptaciones de obras de Isaac Asimov (escritor y científico, creador de las tres leyes de la robótica), por lo que el mundo potencial-futurístico que plantean pertenece al mismo universo imaginario, bajo el arreglo de normas compartidas. Los dos títulos son, en concreto, El hombre bicentenario (Bicentennial Man, Chris Columbus 1999) y Yo, robot (I, Robot, Alex Proyas 2004). Se han seleccionado estas dos películas, además, porque permiten explorar las variables de un(os) mundo(s) posible(s), pues en las narraciones de ficción reside el saber tan hipotético y humano que supone imaginar el futuro. Este estudio no consiste en establecer sentencias en torno a las ideas planteadas, sino que pretende hacer ver las posibilidades ideológicas, temáticas, artísticas y narrativas que ofrece dicha discusión. Para ello, la herramienta que mejor se adapta a dicha empresa es el análisis fílmico de corte estructuralista, que pondrá el foco en las formas, figuras y estructuras de cada filme, incidiendo en qué se dice (y cómo) sobre la frontera humano-no humano. En suma, se buscará confrontar posturas y reflexiones, tanto históricas como contemporáneas, acerca de la robótica y el ser humano y su consiguiente impacto ético-filosófico.