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Este artículo examina el rol de la confianza intergrupal y el reconocimiento del sufrimiento pasado en las relaciones intergrupales. Un experimento con estudiantes belgas flamencos manipuló la importancia que belgas francófonos otorgaban a episodios del pasado de victimización para contrastar su impacto en las actitudes hacia los francófonos. Los resultado smostraron que las actitudes intergrupales eran más favorables en los belgas flamencos con alta confianza intergrupal cuando se les presentaba información que los francófonos juzgaban como importantes los sufrimientos de ambos comunidades, en comparación cuando la información solo enfatizaba el sufrimiento de los flamencos o de los francófonos. Estosugiere que un nivel de confianza intergrupo es necesario para que memorias compartidas de sufrimiento mejoren las actitudes.

Para el estudio se varió el resultado final de una secuencia ambigua de conductas realizadas por una persona ficticia durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la secuencia ambigua de acciones, en una condición control no se producía ninguna consecuencia, en otra condición de heroísmo la persona salvaba la vida de Judíos y en otra condición de cobardía los denunciaba a la Gestapo. Los antecedentes congruentes con la conducta final se recordaron y comunicaron más una semana después. Esto sugiere una tendencia a inferir juicios extremos a partir de la conducta final del personaje, que a su vez influyen en el recuerdo en relación al nivel de previsibilidad de la conducta del personaje, e influyen en la comunicación sobre el hecho y la memoria colectiva.