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La cubeta de Noceda es un área de transición morfológica entre la Montaña Cantábrica y El Bierzo. La conservación de altunas formas cuaternarias (glacis) dentro de la cubeta de Noceda se debe a la posición de la cubeta en relación a los ríos principales, a su tardía incorporación al avenamiento general y a la escasa capacidad erosiva de la red del Noceda.

A partir del análisis morfológico del valle del río Selmo se estudian las relaciones entre sus morfoestructuras y las del Bierzo y valle medio del Sil, con las cuales aparece genéticamente trabado desde el Neógenos superior.

Las formas de relieve son el resultado de la acción de un conjunto de procesos que actúan bajo determinadas condiciones ambientales, es decir, bajo diferentes tipos de clima que configuran los sistemas morfoclimáticos. A lo largo del tiempo geológico se suceden sobre un mismo espacio diferentes sistemas climáticos cuyo resultado es la superposición de formas de relieve diversas y diferentes, lo que implica la existencia de formas heredadas que enriquecen los paisajes naturales e incrementan la geodiversidad. El estudio de varios ejemplos de herencias morfoclimáticas en la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica (formas de relieve kársticas, fluviales, glaciares, periglaciares) demuestra la sucesión de procesos y formas de relieve a escala del tiempo geológico en un espacio relativamente pequeño. Los ejemplos estudiados implican que el cambio climático es algo intrínsecamente unido a la sucesión de procesos geomorfológicos cuando la escala de análisis es el largo plazo, de miles o cientos de miles de años.