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El funcionamiento de la Iglesia en la retaguardia republicana durante la Guerra Civil ha sido parcialmente estudiado en relación con otras claves de la dimensión religiosa del conflicto. La “tolerancia” hacia las actividades religiosas después de la persecución inicial y los posteriores intentos de restauración del culto público han sido elementos clave en su conocimiento. Al respecto, el viaje efectuado por Salvador Rial, vicario general de Tarragona, a Roma en 1938 ha sido presentado como el suceso más relevante de su biografía y de los intentos de restaurar plenamente la vida religiosa en la Cataluña republicana. A su comprensión faltaba incorporar el estudio de las fuentes vaticanas, que muestran cuál fue la atención que la Santa Sede otorgó a los fieles en la zona leal a la República y cuál su papel entre las distintas fuerzas que pretendían condicionar su acción en la guerra. A este propósito responde este trabajo.