En este artículo se realiza una reflexión crítica sobre nuestro sistema de Servicios Sociales tomando como punto de partida las nuevas demandas, dificultades y contradicciones que ha generado el reciente y significativo crecimiento de la población extranjera en España. Se afirma, entre otras cosas, que el principio de intervención de los Servicios Sociales ha de identificarse con su objeto material, esto es, las carencias, y no con la condición de extranjería, no necesariamente vinculada con aquellas. Se defiende, asimismo, que parte de la solución a los problemas que afectan a los Servicios Sociales, pasa por una mayor coordinación con el resto de los subsistemas de Bienestar y, sobre todo, porque éstos últimos amplíen su cobertura para responder a aquellas necesidades que, como ocurre con alguna de las que manifiestan los extranjeros, están más vinculadas a su campo concreto de actuación.