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La Cuarta Revolución Industrial, impulsada por Internet, ha generado avances tecnológicos significativos, transformando diversos aspectos de la vida cotidiana, incluida la industria de la salud. La tecnología blockchain surge como una solución innovadora para abordar problemas relacionados con la patología de mama. Al ser una red descentralizada que registra eventos ‘dato’ en bloques encadenados, ofrece seguridad y transparencia al almacenar la información. Inicialmente, blockchain fue aplicada a las criptomonedas y se ha extendido a diversas industrias, incluida la salud en la senología, donde facilita la gestión de registros médicos electrónicos, como mamografías interpretadas por tecnología de machine learning, resultados de biopsias, interpretación de exploraciones, y el uso o consumo de medicamentos, facilitando así el intercambio de datos para la prevención, diagnóstico, gestión de suministros médicos o farmacéuticos, y la investigación. La adopción de blockchain presenta desafíos éticos y prácticos, especialmente en la confidencialidad de la información. Además, la brecha digital y el acceso desigual al Internet representan obstáculos para su implementación equitativa. De igual manera, el uso de blockchain plantea cuestiones sobre la verdad y la confianza en los datos, ya que teóricamente ofrece integridad y seguridad, lo que hace necesaria la validación epistemológica completa de su utilidad en la generación de conocimiento. En resumen, blockchain tiene el potencial de revolucionar la industria de la salud; sin embargo, es crucial que su implementación enfrente desafíos éticos, legales y tecnológicos para asegurar un auténtico beneficio social y evitar la exacerbación de las desigualdades. La evaluación constante de su impacto y la integración con los sistemas actuales son esenciales para maximizar su potencial y al mismo tiempo se mitigan sus riesgos.