Los hábitos y costumbres comunitarias y familiares tienen relación con buena parte de las patologías que provocan mayor morbilidad y mortalidad, lo cual confirma que la promoción de hábitos saludables entre los más jóvenes es una de las medidas que contribuyen a la mejora de esperanza y calidad de vida de la población. Estos hábitos se definen como pautas de conducta que, tanto individual como colectiva, se adquieren de forma cotidiana y mejoran su calidad de vida. Por ello, la educación sanitaria es fundamental para que estos modifiquen sus comportamientos “insanos” con objeto de eliminar los factores de riesgo de las enfermedades crónicas. En este sentido, la obesidad es un problema medico de primer orden, en numerosos estudios se ha documentado una fuerte asociación entre obesidad y el desarrollo de enfermedad cardiovascular. En el 95% de los casos, la obesidad es de causa nutricional, exógena o primaria, y, solo en el 5 % de los casos, es endógena, monogénica o secundaria a otras enfermedades o a la ingesta de fármacos. La obesidad se asocia con resistencia a la insulina (RI) y ECV; sin embargo, este riesgo depende de la distribución del tejido adiposo en el cuerpo y principalmente del incremento y acumulación ectópica de grasa visceral. La prevalencia de la obesidad infantil se ha triplicado desde los años 70 y se considera uno de los retos más graves de salud pública del siglo XXI. Según la OMS, la prevalencia mundial de sobrepeso y obesidad infantil aumento de 4,2% en 1990 a 6,7% en 2010 . En la población infantil, según el estudio ALADINO, llevado a cabo con mediciones antropométricas entre niños y niñas de 6 a 9 años, Andalucía presenta una prevalencia de sobrepeso de 24,1%, algo inferior a la de España, 26,2%; mientras que la prevalencia de obesidad en nuestro entorno es del 22,5%, superior a la encontrada en España que es del 18,3%. A nivel autonómico, distintas instituciones andaluzas han promovido la investigación sobre la salud de los adolescentes, con el objetivo de utilizar sus resultados para orientar y evaluar las políticas sanitarias, instaurar programas educativos específicos para la promoción de la salud, fomentar los estilos de vida saludables y la prevención de hábitos y conductas que supongan riesgos para los escolares. Sin embargo, pocas investigaciones a nivel regional se han centrado el valor el impacto y relación de la obesidad con parámetros antropométricos, cardiacos y bioquímicos. Por lo tanto, esta tesis doctoral pretendió conocer la prevalencia de obesidad y el estado de salud cardiovascular de los escolares prepúberes y púberes de una población rural de Córdoba, determinado por medidas antropométricas, actividad física, y pruebas de imagen (ecocardiografía) y su asociación con el grado de obesidad, prediabetes y con la presencia de síndrome metabólico. Esta tesis doctoral revelo como un mayor tejido adiposo epicárdico está relacionado con el índice de masa corporal, los parámetros antropométricos y la presión arterial en niños españoles. Estas medidas están relacionadas con un elevado grosor del tejido adiposo epicárdico, que en estadios iniciales no implica patología pero aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en el futuro. Además, esta investigación ha indicado como un mayor tejido adiposo epicárdico (siglas en ingles EAT) estaba relacionado con factores antropométricos y metabólicos en niños españoles. Estos resultados han puesto de manifiesto como estas medidas pueden utilizarse para diagnosticar EAT, que en etapas tempranas no implica patologías tempranas pero aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares durante la edad adulta. Por último, esta tesis ha mostrado la eficacia de una intervención nutricional dirigida y controlada por profesionales sanitarios basada en la promoción y adherencia a la dieta mediterránea, para la adquisición los hábitos saludables y el control, así como la reducción de los niveles de HbA1c e insulina, y con ello, de la prevalencia de la prediabetes en una población pediátrica rural. Community and family habits and customs are related to a good part of the pathologies that cause more significant morbidity and mortality, which confirms that promoting healthy habits among the youngest is one of the measures that improve hope and quality of life. Population life. These habits are defined as behavior patterns that, both individually and collectively, are acquired daily and improve their quality of life. Therefore, health education is essential for modifying their "unhealthy" behaviors to eliminate the risk factors for chronic diseases. In this sense, obesity is a medical problem of the first order, and numerous studies have documented a strong association between obesity and the development of cardiovascular disease (28-32). In 95% of cases, obesity has a nutritional, exogenous or primary cause, and only in 5% of cases is it endogenous, monogenic, or secondary to other diseases or drug intake. Obesity is associated with insulin resistance (IR) and CVD; however, this risk depends on adipose tissue distribution in the body and mainly on the increase and ectopic accumulation of visceral fat. The prevalence of childhood obesity has tripled since the 70s and is considered one of the most severe public health challenges of the 21st century. According to the World Health Organization, the global prevalence of childhood overweight and obesity increased from 4.2% in 1990 to 6.7% in 2010. According to the ALADINO study carried out with anthropometric measurements among boys and girls aged 6 to 9 years, Andalusia has a prevalence of overweight of 24.1%, somewhat lower than that of Spain, 26.2%; In contrast, the prevalence of obesity in our environment is 22.5%, higher than that found in Spain, 18.3%. At a regional level, different Andalusian institutions have promoted research on adolescent health to use its results to guide and evaluate health policies, establish specific educational programs for health promotion, promote healthy lifestyles, and prevent habits and behaviors that pose risks to schoolchildren. However, few investigations at the regional level have focused on the value, impact, and relationship of obesity with anthropometric, cardiac, and biochemical parameters. Therefore, this doctoral thesis sought to know the prevalence of obesity and the cardiovascular health status of prepubertal and pubertal schoolchildren in a rural population of Cordoba, determined by anthropometric measurements, physical activity, and imaging tests (echocardiography) and their association with the degree of obesity, prediabetes and with the presence of the metabolic syndrome. This doctoral thesis revealed how a higher epicardial adipose tissue is related to body mass index, anthropometric parameters, and blood pressure in Spanish children. These measures are related to an increased thickness of the epicardial adipose tissue, which in the early stages does not imply pathology but increases the risk of developing cardiovascular diseases. Furthermore, this research has indicated how higher epicardial adipose tissue (EAT) was related to anthropometric and metabolic factors in Spanish children. These results have shown how these measures can be used to diagnose EAT, which does not imply early pathologies in the early stages but increases the risk of developing cardiovascular diseases during adulthood. Finally, this thesis has shown the efficacy of a nutritional intervention directed and controlled by health professionals based on the promotion and adherence to the Mediterranean diet for the acquisition of healthy habits and control, as well as the reduction of HbA1c levels and insulin and with it, the prevalence of prediabetes in a rural pediatric population.