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Akiko Okamoto,1,2 Masaki Yamasaki,3 Isao Yokota,4 Maiko Mori,3 Megumi Matsuda,3 Yosuke Yamaguchi,3 Shunsuke Yamakita,3 Hiroshi Ueno,2 Teiji Sawa,3 Tetsuya Taguchi,1 Toyoshi Hosokawa,2 Fumimasa Amaya3 1Department of Endocrinological and Breast Surgery, 2Department of Pain Management and Palliative Care Medicine, 3Department of Anesthesiology, 4Department of Biostatistics, Graduate School of Medical Science, Kyoto Prefectural University of Medicine, Kyoto, Japan Purpose: Predictive value and accuracy of the acute pain trajectory were compared with those of pain intensity at 1 day after the surgery for pain prevalence at 6 months after the surgery.Materials and methods: Female patients scheduled for breast cancer surgery were eligible for this study. Patients were questioned about pain intensity daily during the 7 days after surgery. Presence of pain, its location, and intensity as well as the Japanese version of the quality of the recovery-40 (QOR-40) were determined in an interview prior to and at 6 months after the surgery. Acute pain trajectory was determined by a group-based trajectory modeling analysis that was based on the pain intensity at 1–7 days after surgery. Predictive value of the acute pain trajectory for the presence of pain at 6 months after the surgery was assessed by a logistic regression model. The predictive value was compared with pain intensity at 1 day after the surgery.Results: A total of 123 participants completed the 6-month follow-up. The three-cluster model (mild, moderate, and severe pain) was considered to be the most statistically appropriate model for the acute pain trajectory. After 6 months, 51.2% and 8.9% of participants reported pain and severe pain, respectively. Presence of pain at 6 months after the surgery was associated with poor recovery. The severe pain cluster was significantly associated with the presence of pain at 6 months after the surgery (adjusted odds ratio, 9.40; P

Ciencia médica y literatura se unen en una sola palabra en los ensayos del anatomopatólogo mexicano, profesor de la Universidad de Northwestern, Francisco González Crussí. Desde Notas de un anatomista (1996) hasta Sobre las cosas vistas y no vistas y mal vistas (2010), el autor ofrece en sus ensayos literarios una perspectiva original, permeada de historia, de cómo ha sido visto y estudiado el cuerpo humano en la cultura occidental. En su doble aspecto de sujeto y objeto de observación desvela una dimensión cultural que se inserta en la historia del hombre, no solo de la medicina. Con una particular y aguda atención a la función del ojo, nos muestra cómo, desde la mitología griega con el castigo de Acteón y la disolución y aniquilamiento de Séleme, nuestra cultura occidental ha estado marcada significativamente por la valencia que se le ha dado a la vista, como poder destructivo, pero también creativo. De lo cual se derivan normas, prohibiciones, pero también costumbres que encuentran explicación en la religión, en la sexualidad, en la tradición. En tiempos en que lo visual ha adquirido una importancia extrema, los textos de González Crussí nos invitan a reflexionar sobre el significado y las modalidades del ver. El qué vemos, cómo vemos y para qué vemos está condicionado por las emociones y el proceso cognitivo, porque el ojo ve lo que la mente del espectador sabe y lo que la emoción desea ver. De ahí que el ser humano en realidad ve y no ve, quiere y no quiere ver, dentro y fuera de sí.