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Las características formales de este grupo escolar —proyectado en 1969— vienen determinadas por las grandes cubiertas y la forma dentada de las plantas. La primera de ellas es consecuencia del interés por lograr una unidad de concepto y de volumen, manteniendo, al mismo tiempo, la tradición arquitectónica de la zona. En cuanto a la forma dentada, es la respuesta a la idea de obtener unas óptimas condiciones de iluminación en cada una de las aulas. El edificio se compone de tres niveles superiores, planta baja y semisótano. En este último se hallan: el gimnasio, los vestuarios de alumnos y los locales técnicos que sirven a la escuela. La planta baja, en la que se encuentra el acceso principal, comprende una pequeña zona administrativa, el comedor con su cocina, una clase de niñas, tres de párvulos, cuatro de niños y una multifuncional. El resto de las plantas albergan, con el mismo esquema organizativo, ocho aulas de niñas y cinco de niños, junto a una serie de locales auxiliares tales como salas de profesores, bibliotecas, clases de usos varios, archivos, aulas de trabajos manuales, etc. La construcción se completa con una amplia zona deportiva y de recreo.

El edificio, de aproximadamente 790 m2 construidos, se destina a comedor y hospedaje para personas en tránsito, estando emplazado en Echarri - Aranaz, junto a la carretera, en el calvero de un bosque. Cuenta con una extensa planta baja y dos niveles superiores, de superficie más reducida, que se elevan, a modo de cuerpo lateral, sobre uno de los costados del edificio. El conjunto de la edificación distribuye los servicios de bar, comedor, cocina, administración, y un total de 8 dormitorios dobles y 2 sencillos. Una importante cubierta a dos aguas, que abarca a las dos plantas más altas, junto a otra de varias aguas, que con sus distintos planos se ajusta al perímetro irregular de la construcción en planta baja, imprimen al edificio las características propias de la arquitectura popular de la reglón, que se ve así homologada en un planteamiento arquitectónico moderno.

Este edificio es de una gran movilidad formal de plantas y alzados y se destina a viviendas residenciales, de cuidada distribución interior. Toda la dinámica que se aprecia, responde exactamente a estudios minuciosos tendentes a cumplir las Ordenanzas municipales, a ocupar el máximo volumen permitido y a procurar a todas las viviendas las mejores condiciones de orientación y soleamiento.

La iglesia que se describe en el artículo tiene la forma de un amplio trapecio, en planta, cubriéndose con una estructura metálica a base de cuatro pórticos fundamentales que se apoyan sobre otros tantos muros de hormigón armado. Tanto la organización y funcionamiento de la planta, como el tratamiento de ambientes y el uso de los materiales más adecuados, asi como el empleo de paramentos transparentes que comunican con la naturaleza circundante y otros muchos detalles de orden técnico y plástico, hacen de este edificio un magnífico logro arquitectónico.