Más de 60 años después, relato con orgullo mis logros académicos, los profesionales y los personales, que son los que más disfruto gracias al apoyo de mi amada familia. Rindo homenaje a mis profesores, quienes en forma por demás brillante –pero sobre todo generosa–, compartieron su sabiduría conmigo para cumplir mi sueño de poder ejercer la linda profesión de Químico Bacteriólogo y Parasitólogo. Rindo homenaje a mis profesores, quienes en forma por demás brillante –pero sobre todo generosa–, compartieron su sabiduría conmigo para cumplir mi sueño de poder ejercer la linda profesión de Químico Bacteriólogo y Parasitólogo. El homenaje no estará completo sin el reconocimiento a mis compañeros y compañeras de generación con quienes conviví durante largas jornadas de estudio, de clases teóricas y de laboratorio, así como viajes de práctica inolvidables. Como inolvidables son ellos. Con afecto, Agustín Martínez Ramos.